Miedo a viajar solo…¿Cuántas veces piensas en alguna ciudad, en algún paisaje en un país alejado, en alguna playa paradisíaca que te gustaría visitar ? ¿Cuántas veces tu familia, tus amigos, tu pareja… no comparten esas inquietudes? O no tienen el tiempo, el presupuesto o las ganas que tienes tú. ¿Significa eso que tienes que renunciar a todo por no tener quién te acompañe? ¡NO! ¿Qué mejor compañía quieres que la de la maravillosa persona que estará a tu lado del primer al último día de tu vida? ¡TÚ! Vamos a desmontar los miedos más comunes para que aprendas cómo viajar solo por primera vez, cojas carrerilla, valor y vivas como tú deseas.

COMO VIAJAR SOLO POR PRIMERA VEZ: EMPIEZA POR ALGO SENCILLO

Si tienes miedo a viajar solo de repente a otro país, prueba a pasar un fin de semana cerca de casa. Ve a ese pueblecito cercano y haz una toma de contacto; infórmate sobre qué puedes visitar, qué actividades puedes hacer…

He de decir que yo este paso me lo salté. Más abajo te cuento mi experiencia, pero mi primer viaje sola fue a París y me sentí mucho más cómoda en un lugar completamente desconocido que en otra ruta que hice en mi misma comunidad. Cada uno es diferente, busca lo que te haga sentir bien a ti.

TENGO MIEDO A VIAJAR SOLO PORQUE ME VOY A PERDER

Vamos a pensar que te lanzas y te vas a cualquier ciudad europea, por ejemplo ¿a que sabes moverte en la tuya? Sabes tomar metros, autobuses, interpretar un callejero… no tiene porqué ser distinto en otro lugar, pero lo desconocido asusta a cualquiera. A toro pasado todo se ve sencillo, pero cuando lo que hay ante nuestros ojos es una incógnita, es normal preocuparse.

 

Por suerte, en este caso, vivimos en la mágica época de Internet, en la que tenemos todo a golpe de clic. Mi consejo es que la primera vez que te vayas solo, lleves mirado lo máximo posible. Hazte con un plano de metro, con horarios del transporte público del lugar que visitas y con un callejero. (En cualquier buscador lo vas a encontrar). Y pensarás : »Sí, mucho plano, mucho metro, pero me veo llegando al aeropuerto, completamente desorientado y sin saber qué hacer».

Bien. Imagina que te has comprado un vuelo a Roma y has reservado un hotel en el centro. Desde la seguridad de tu casa, semanas antes, ve a Google y busca «cómo ir de tu aeropuerto al centro». Te llevará a blogs de otras personas que han ido antes que tú y te cuentan cómo hacerlo, que te ponen fotos, indican dónde están las paradas, cuánto tardarás, dónde comprar el billete… o incluso a la propia web del aeropuerto en la que verás todas las opciones qué hay.

Si te parece mucha información y te agobias, vete a lo fácil: taxi. Le das la dirección de tu alojamiento, por escrito incluso si prefieres ,y te llevará a la puerta.  Pero si quieres ahorrarte unos euros, tira de transporte público.

Ya has mirado, ya sabes que hay un tren o un bus que te deja en una estación céntrica, pero ahora te preguntas cómo acercarte un poco más a tu alojamiento. Ve a Google Maps y busca tu hotel. Además de ubicarlo, verás las paradas de metro o bus más cercanas.

Si pinchas encima, verás cual es la línea que tienes más cerca y su trazado.

Con esto y los planos que habías buscado, organizarás todo desde casa y llegarás a tu destino sabiendo exactamente qué hacer.

ME VOY A ABURRIR

Este punto es imposible, bórralo directamente de tu lista de temores. Estás en donde deseas, orgulloso de haber sido capaz de dar el paso de viajar solo, viviendo tu aventura… todo es nuevo. Estarás ocupado estudiando mapas, profundizando en la historia, caminando para no perderte un solo rincón. Estarás con los ojos bien abiertos no queriendo que se te escape detalle de todo lo que estás conociendo.

Si tienes que hacer algún trayecto largo en transporte, llévate un libro, llévate música… o disfruta del silencio sin más, del paisaje, de la gente que te rodea…

AL VIAJAR SOLO ECHARÉ DE MENOS A ALGUIEN CON QUIÉN HABLAR

Una de las cosas que más nos asustan y más miedo a viajar solo nos provocan, es precisamente la soledad. No voy a negarte que al principio te pueda resultar un poco extraño, o puedas sentirte obviamente solo en algún momento, eso nos pasa a todos; pero también puede pasarte en tu día a día en tu ciudad o incluso en tu casa, son situaciones con las que has de lidiar y poner en la balanza pros y contras. De todos modos, en tu día a día irás topándote con gente, con alguna cruzarás un par de frases, les preguntarás algo, con otros tendrás una conversación… Piensa que no estarás incomunicado: hay wifi en muchos locales, en tu hotel por las noches estarás en contacto con tu gente…

DISFRUTA de esas horas en las que estés tú contigo mismo. Tal vez no le damos el valor suficiente, pero es tan importante aprender a escucharse, a saber depender de nosotros…Estar en un lugar nuevo, apagar el móvil unas horas y dedicarte solo a ti y a lo que te haga feliz, a lo que te pida el cuerpo hacer en cada momento… no debiera de ser un sufrimiento, ¡es un privilegio!

De todos modos, una buena forma de pasar un ratito con gente aunque viajes solo, son los tours gratuitos que se hacen en muchas ciudades (y en tu idioma). Te reúnes con otro grupito y recorréis la ciudad en cuestión al tiempo que os explican cosas curiosas sobre la misma. En esta entrada te he hecho una selección de todos los tours que se hacen en Europa.

ME VAN A MIRAR RARO SI ESTOY COMIENDO SOLO EN UN RESTAURANTE

Las primeras veces siempre te da corte, te sientes como el rarito, el »margi», el observado… Ves grupos de gente, parejas a tu alrededor… y tú, solo. ¿Y? No olvides que es tu elección, no algo impuesto. Si te fijas un poco más, verás que hay decenas como tú, nadie se va a fijar en ti por eso, solo es tu sensación, pero es de lo más habitual. ¿Cuánta gente sale de su trabajo a comer al bar de enfrente sin más compañía que la del camarero que le atiende? Es el día a día, eres único, pero no en ese sentido 😉

OTRO IDIOMA… AL VIAJAR SOLO NO ME VOY A ENTERAR DE NADA

Por lo general, por lo que hemos estudiado, todos tenemos aunque sea unas mínimas nociones de inglés; aunque no lo hables de forma fluida, sabes más de lo que crees. Entiendes palabras, podrás preguntar aunque no sea una construcción 100% correcta, comprenderás carteles, indicadores… Te harás entender aunque sea mediante gestos y es rarísimo que no coincidas con nadie que sepa español.

En una ocasión, unos compañeros de trabajo atendieron a una pareja de extranjeros a través del traductor del móvil, e incluso hay aplicaciones en las que enfocas algún texto con tu cámara y lo traduce en tiempo real. Que el idioma no sea la causa de tu miedo a viajar solo porque ¡saldrás adelante!

ME VAN A ROBAR, A SECUESTRAR , A METER DROGA EN LA MALETA, PERDERÉ EL EQUIPAJE…

O también puede caer un meteorito y freírte en un segundo… Está claro que todo puede pasar y ante todo hay que ser prudente y precavido. No vayas a un país con un fuerte conflicto, o a zonas en las que sepas que el riesgo es alto de por sí; evita estar solo en barrios que puedan ser más inseguros, o a horas en las que haya menos gente, no te expongas sin sentido.  Trata de llevar equipaje de mano si tenerlo contigo todo el tiempo te tranquiliza más.

Si facturas, lleva todo lo de valor contigo (dinero, documentación…) algo de ropa y lo básico de aseo. No tiene porque pasarte, pero sí que se pierden maletas todos los días, así tendrás lo esencial hasta que te la entreguen. En zonas de aglomeraciones vigila tu bolso, como harías en el sitio en el que vives.

No lleves todo tu dinero encima y el que lleves, que vaya en un lugar seguro como el bolsillo interior de tu mochila, en una riñonera bajo la ropa, o en una bolsita colgada al cuello; deja el resto bajo llave o en la caja fuerte en tu hotel. Y haría lo mismo con la documentación, lleva siempre una copia de todo por si tuvieras la mala suerte de perderla, incluso fotos de ella en el móvil, o escaneada y subida a tu correo.

MI EXPERIENCIA

Yo era de las que pensaba que nunca iría sola ni al cine, ni a tomar algo, ni a ninguna parte casi… hasta que no me quedó otra opción. Siempre me había gustado viajar pero por circunstancias no había podido hacerlo tanto como quería. Pero ese año había sido diferente: tenía trabajo, dinero ahorrado, libertad… era el momento perfecto para empezar a sacarme esa espinita, pero me fallaba la compañía. Nadie de mi círculo coincidía en fechas conmigo, o el que lo hacía iba con su familia, o no podía permitirse gastos… Pasé de la euforia, a la tristeza y frustración, hasta que contemplé una posibilidad que siempre había descartado: ¿y si me voy sola?

Comencé a darle vueltas. El pasar mis vacaciones en casa, o el vencer el miedo a viajar sola y empezar a cumplir mis sueños solo estaba en mi mano, solo dependía de mí, yo era la dueña, la responsable de escribir esa aventura, de salir de mi zona de confort y empezar a crecer, a abrirme nuevas puertas… a VIVIR como siempre había querido.

La idea empezó a ilusionarme. Empecé a leer blogs y artículos de otros viajeros en solitario que me hablaban de cómo viajar solo por primera vez, y veía como esa ilusión iba venciendo al temor. Lo que me asustaba y al mismo tiempo emocionaba, era lo desconocido.

¿A dónde quise ir siempre? Había varios destinos rondando por mi mente. Cercanos, lejanos… no tenían que ser esos. Era excitante plantarme ante el mapa y pensar que era libre de ir a donde quisiera, pero escogí París. De niña siempre decía que allí iría con el amor de mi vida y así fue 🙂 Y fue en aquel viaje en el que llegué a vivir alguno de los que recuerdo como días más felices de mi existencia.

Decidido el destino, el siguiente paso era comprar ese vuelo. Lo busqué y lo pagué, sin más, sin vuelta atrás, ya no podía arrepentirme. Reservé también mi hotel y… ¡Me iba a París sola! Y bien dicho estaba, porque de momento solo me iba. 😉

Si lo que me asustaba era lo desconocido, cuantas más cosas llevara estudiadas y atadas desde aquí, mejor, estaría más tranquila y vería todo de un modo más familiar. Como decía antes, hoy en día  con Internet y San Google tenemos todo tan a mano, que pude planificar hasta qué línea de metro me llevaría al hotel.

Una vez decidí lo que quería visitar, pude hacer un cálculo de los días que necesitaría, y volví al mapa. Ya que estaba en París… Brujas no quedaba muy lejano y también estaba en mi lista.

 

Y ya de tener que volver a España en avión, Bruselas era otra posibilidad como punto de retorno. ¡Nuevo impulso y nueva compra de billete de tren y avión!

Parece muy simple como para tener tantos efectos positivos, pro esa decisión me cambió la vida: abrió mi mente, me hizo crecer, madurar, confiar más en mí… comprender que lo único imposible es lo que no intentamos, que muchas veces las barreras las construimos nosotros mismos. Dejamos que otros nos condicionen, que los temores nos dominen… Dejamos de hacer las cosas que deseamos pensando en que ya habrá una ocasión mejor, pero a veces no la hay. Si una oportunidad se cruza en tu camino hoy, tómala, no esperes, no sabes lo que te va a suceder mañana, la vida cambia en segundos. Así que si estás ahora mismo en ese momento en el que estuve yo, no lo pienses más y hazlo, ¡lánzate! Pulveriza ese miedo a viajar solo. Volverás planificando la siguiente escapada y seguro que será una decisión de que la no te arrepentirás jamás.

“Los actos que surgen del coraje, nos elevan por encima de nuestras posibilidades y dan forma a nuestra vida “ Alex Rovira.

Si te ha gustado esta entrada de Cómo viajar solo por primera vez y has conseguido lanzarte y decidirte a perder el miedo a viajar solo, te invito a seguir leyendo algunos artículos de mi blog. En «categorías» podrás encontrar un desplegable con la mayor parte de los países que he visitado. Tal vez tu destino elegido se encuentre entre ellos 🙂