Pues llegó el tramo final de nuestra aventurilla austríaca. Quisimos exprimir nuestra jornada al máximo y comenzamos la mañana levantándonos temprano y tomando el metro que nos llevaría a las afueras de la ciudad a visitar el Palacio Schönbrunn en Viena. Comeríamos en el Mercado de Naschmarkt, visitaríamos el Palacio Belvedere y Hundertwasserhaus, y pasaríamos el resto de la tarde en el Prater.
En este post
PALACIO SCHÖNBRUNN EN VIENA
Este palacio, construido en el siglo XVII y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996, fue durante décadas la residencia de verano de los Habsburgo.
Lo primero que hicimos al llegar, fue coger una audioguía y recorrernos todo el interior. La información que nos daba era muy similar a la recibida en el Palacio de Hofburg. También viajamos a través de las habitaciones personales del emperador y la emperatriz y continuamos acercándonos un poco más a su forma de vida y particularidades.
A mí estas visitas me gustan pero como el exterior…nada. Vete con ganas de caminar porque en cada rincón de sus jardines hay una escultura, unas ruinas, una fuente… Que con toda seguridad te va a sorprender. En algunos sitios vimos que se referían al Palacio de Schönbrunn en Viena como el Versalles vienés y, realmente a todos nos recordó lo mismo.
GLORIETA, ZOO Y JARDINES DEL PALACIO DE SCHÖNBRUNN
¿Qué piensas cuando sales, miras al frente y ves aquella hermosísima extensión de naturaleza y edificaciones ante ti? Que la ostentación de poder era desmesurada, pero tan bella…Caminamos entre flores hasta la gran fuente central.
Ascendimos serpenteando los caminitos hasta la Glorieta y desde allí las vistas fueron magníficas. Puedes pagar la entrada y elevarte un poquito más desde su interior, pero no lo vimos necesario.
A izquierda y derecha, centenares de árboles se alineaban para ofrecernos senderos y senderos. Cada uno tenía algo especial. Cuando no era una ruina romana, era una fuente colosal o sencillas sorpresas que te da la naturaleza.
Además en este parque también se encuentra el Tiergarten, el zoo más antiguo del mundo; así como el Laberinto.
ENTRADAS, PRECIOS Y HORARIOS DEL PALACIO SCHÖNBRUNN EN VIENA
El Palacio de Schönbrunn abre todos los días del año de 8:00 a 17:00, aunque hay meses en los que ese horario se ve ampliado. Puedes consultar toda la información en su web oficial.
Las entradas oscilan entre 16 euros el Tour Imperial (22 salas) y 20 euros el Grand Tour (40 salas). Puedes comprarlas in situ, en el enlace anterior, o también aquí si a la entrada quieres añadirle un tour por la ciudad.
Las entradas para el zoo, la Glorieta y otros puntos, van aparte.
MERCADO NASCHMARKT
Después de pasar aquí la mañana, decidimos ir a ver uno de los mercados más afamados de la ciudad, el Naschmarkt y aprovechando la visita, comer ya por la zona.
Aquí encontrarás desde ropa, a puestos inmensos de frutas y verduras, aperitivos….Hasta bares y restaurantes en los que pararte a tomarte algo o almorzar. Nos llamó la atención lo súper limpio e higiénico que parecía todo. Los productos que se podían comer allí, estaban expuestos a la vista pero muy protegidos del ambiente y la gente mediante cristales o plástico de envasar.
PALACIO BELVEDERE
Después de nuestro descansito en Naschmarkt, todavía faltaban 3 de los lugares destacados por visitar. Encaminamos nuestros pasos hacia el Palacio Belvedere. Como tampoco nos sobraba el tiempo y, en algunas guías habíamos leído que su interior no era de los más llamativos, nos limitamos a sus jardines.
Este conjunto arquitectónico barroco data del siglo XVIII y fue construido para el príncipe Eugenio de Saboya. Aquí se firmó la independencia de Austria tras la Segunda Guerra Mundial y a día de hoy se exponen en él importantes colecciones de arte. De hecho es aquí donde se expone el famoso cuadro de El Beso de Klimt.
HUNDERTWASSERHAUS
Continuamos hacia uno de los lugares más pintorescos que recordaba de la primera vez que estuve en Viena, Hundertwasserhaus. Árboles y flores se hacen dueños de las coloridas fachadas de este complejo residencial.
Relieves irregulares tanto en ellas como en un suelo empedrado que recuerda a olitas, un pequeño túnel, una fuente original…Y un pequeño centro comercial con un interior igual de mágico, hacen que la proporción de espacio por ver y tiempo invertido en ello pierda todo equilibrio.
PARQUE DE ATRACCIONES PRATER DE VIENA Y NORIA
Y con estas nos fuimos por fin al Prater, muy cerquita de allí. Yo en ese momento decidí que si vuelvo a Viena, va a ser para dedicarme a correr por todos esos jardines . Ya todos los vistos me fascinaron, pero este fue la gotita que colmó el vaso. No por ser más bellos que el resto, ya que de hecho este es un parque normal, pero tan grande…Y con tanta gente haciendo deporte en él… Que una es débil y le asoma la envidia sana, jaja.
El Prater en sus orígenes fue un coto imperial de caza hasta que posteriormente se abrió al público. En este inmenso recinto de recreo, se construyó el parque de atracciones.
Uno de los emblemas de Viena es su noria. Actualmente hay nueva y más grande (en esta no me resistí a darme una vuelta) pero la realmente famosa es la construida en 1897.
Y para rematar el día, el viaje y las experiencias vienesas, si te gusta la carne tienes que probar una Wurstel. Soy un poco reacia a este tipo de productos pero tengo que reconocer que estaba buenísima. En forma de hot dog o como en la foto es una comida o cena para todos los bolsillos.
—————————————————————————————————————–
Hay viajes que no quieres que terminen. Cuando estás a gusto, eres feliz con quién te acompaña y tienes la suerte de que todo vaya bien, no existan enfados, problemas, contratiempos… darías algo por permanecer anclada en esos momentos tan plenos de por vida.
De niños buscamos el calor, el amor y el apoyo de nuestras familias. A medida que crecemos y entramos en »la edad del pavo», los queremos lejos, queremos ser mayores, independientes y hacer nuestra vida, pero seguimos creciendo y empiezan los reveses, los desengaños, el miedo… A veces solo son avisos de los que salimos reforzados, pero que nos llevan a sentirnos al borde de un precipicio. Nos llevan a sentir que esos pilares tan firmes que nos sostienen no son eternos, que los hijos serán padres y los padres abuelos, si no literalmente al menos en edad, y las jerarquías cambiarán, las fuerzas mermarán y entonces ahí pensaremos por qué no aprovechamos más los momentos que compartimos. Nos arrepentiremos de los enfados tontos, de la irascibilidad absurda e innecesaria. Llegará ese día.
Ya saboreé lo que es la pérdida de un ser amado. Sé lo que son el dolor, la desesperación, la impotencia, las noches en vela y el sentirse desamparado, desprotegido… Ya llegaron otros avisos que me hicieron conocer lo que es el pánico a perder a más, a ver sufrir a quienes quieres, a que esa realidad que de repente ves tan maravillosa pueda esfumarse. Pero puedo estar agradecida porque me enseñaron a valorar cada minuto presente, a no perder el tiempo estando mal con los míos. Creo que mi yo del futuro, al menos en ese ámbito, me diría que estoy haciendo lo que debo.
Viena se terminó, pero mi viaje con esos 3 compañeros espero que siga y siga y siga porque, no puedo estar más orgullosa de teneros conmigo ni de las personas que sois. Fuertes, nobles y que no dejan de enseñarme y sorprenderme cada día de mi vida. Os quiero.
Si te ha gustado esta entrada sobre el Palacio de Schönbrunn, el Prater, Naschmarkt…y quieres seguir conociendo Viena, te invito a leer estas otras sobre todos los puntos de interés que puedes ver en la preciosa RingStrasse o sobre el Palacio de Hofburg, la Catedral de San Esteban y las 3 cosas que tienes que hacer sí o sí en Viena. Si dispones además de tiempo extra, el paseo en barco por el Danubio hasta Bratislava, es una experiencia única.
Me gusta mucho