En este post te voy a contar qué ver en Sibenik y qué ver en Trogir. Puedes aprovechar un día para recorrer estos dos bonitos lugares.
Terminar en Trogir fue algo inesperado, pero a Sibenik habíamos llegado la noche anterior. Sin mucho más tiempo y energía que el de ver su castillo iluminado en lo alto y un poquito su centro urbano mientras fuimos a cenar, al día siguiente decidimos dedicarle la mañana y nos pareció un lugar espectacular.
En este post
QUÉ VER EN SIBENIK Y QUÉ VER EN TROGIR. UN DÍA ENTRE AMBAS
QUÉ VER EN SIBENIK
Después de abandonar el garaje de Darío, llevamos el coche a un parking céntrico. Realmente estábamos ya muy cerca pero no podíamos dejarlo allí. Como alguna no era persona sin el café 😛 , entramos en uno de los múltiples callejoncitos que hay, aprovechados con coquetas y cuidadas terrazas. Era temprano, hacía calor sin achicharrarte y se estaba súper bien.
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Lo que nos encontramos después, para nosotras fue diferente, pero sería muy similar al resto de ciudades que continuaríamos visitando en Croacia. Había luz, muchísima luz. Nos deslizamos por calles estrechas de paredes y suelos de piedra redondeada y clara. Caminamos entre coloridos edificios en tonos anaranjados, granates…
La mayoría de las ventanas, estaban cubiertas con contras de madera pintada: verdes, marrones… Algunas envejecidas, gastadas… El contraste de estas con la piedra de las paredes y esos balcones de forja de barrotes finos, era único.
Toda la ciudad estaba envuelta en un halo alegre, estival, un poco medieval. Y terminó recordándonos a alguna ciudad de la Toscana, vista, eso sí, en películas.
Aquí empezamos a ver como Croacia vive también con la mítica serie Juego de Tronos, con tiendas dedicadas en exclusiva a la venta de sus productos, o explotando rutas en lugares que aparecían en ella. Esto fue mucho más evidente en Dubrovnik.
QUÉ VER EN SIBENIK
PUERTO Y PLAYA DE SIBENIK
¡Lo que nos gusta el mar! Y los paseos por los muelles contemplando los barcos y la fina línea donde cielo y agua se unen. Sibenik también tiene una pequeña playa. Imagino que, como la mayoría de las croatas, de piedra. En los sitios en los que estuvimos no había arena y en uno, algún rinconcito, pero más bien parecía tierra. Vimos la playa desde el paseo marítimo, pero esa mañana no nos tocaría probarla.
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO O DE LA REPÚBLICA CROATA
Reconstruido tras los bombardeos de la II Guerra Mundial, recupera sus soportales y su balcón acristalado. Rodeado además por esos pequeños palacetes barrocos que trepan por la colina, hacen de esta placita un lugar precioso. Justo enfrente, se encuentra el edificio del que te hablo en el siguiente punto.
CATEDRAL DE SANTIAGO O SV. JACOVA
Entre los años 1431 y 1539 se construyó esta bonita basílica hoy declarada Patrimonio de la Humanidad. Su cúpula de 32 metros puede verse desde distintos puntos de la ciudad.
La entrada de la catedral da otra plaza más abierta y que te conduce al paseo marítimo.
CASTILLO DE SIBENIK (FUERTE DE SAN MIGUEL)
A 70 metros sobre el nivel del mar, esta fortaleza del siglo XV agasaja al que a ella sube con unas preciosas vistas de la ciudad y del Adriático. Hay que pagar entrada para acceder. Nosotras no lo hicimos. Destacamos también la belleza de sus terracitas, tanto en zonas amplias, como en callejuelas menos expuestas. Con luces, plantas y su cuidada ornamentación nos conquistaban irremediablemente.
Después de pasar unas horas en Sibenik, volvimos al coche para seguir con nuestro viaje. Continuando hacia el sur, a 30 km de Split, que era donde haríamos noche, había un pueblecito que muchas guías destacaban: Trogir.
QUÉ VER EN TROGIR
La entrada era un poco caótica. El espacio para aparcar era amplio pero al ser días de mercado estaba abarrotado. Dejamos el coche justo a la entrada, al lado de un pequeño canal con sus barquitos. Y antes de meternos en el centro, fuimos a curiosear su mercado.
QUÉ COMPRAR EN TROGIR
Aquí nos hicimos con el regalo que consideramos más típico de Croacia : los saquitos de lavanda. Nosotras compramos una especie de popurrí envuelto en una malla con un lazo morado. En la foto de abajo se ve otra presentación diferente. Esta era en paquetitos que traían un frasco con un aceite aromático, más para armarios o cajones. También se vendían muchísimo. aceites, higos, ya fueran en paquetitos o en forma de pan, de barritas mezclados con frutos secos…
Nos encantó también el pan. En este mercado había puestos de todo tipo de productos de alimentación.
DESCUBRIENDO MÁS COSAS QUE VER EN TROGIR
Después de recorrer cada esquina y cada tienda, nos adentramos en el centro del pueblecito. Continuaba un poco lo visto en Sibenik: suelos y viviendas en piedra, calles estrechas, encantadoras contras de madera y balcones de forja. No me cansaría de caminar por lugares así.
Atravesamos Trogir hasta llegar a su puerto y, fue ahí donde decidimos comer en uno de los múltiples restaurantes que encontramos.
QUÉ COMER EN TROGIR
Uno de los platos más conocidos era la Peka. Está hecho a base de carne o pescado, verdura fresca y patata. Por lo que leí, lo preparan en unos recipientes especiales que colocan sobre brasas y cocinan lentamente. No pudimos probarlo porque su elaboración requiere de 2-3 horas y tienes que reservar con antelación, así que nos decantamos por este:
No recuerdo el nombre, pero es un plato que mezcla pollo con mejillones, esas croquetas con sabor un poco a patata y una salsa especiada un poco exótica. Si tienes hambre, es buena elección porque llena una barbaridad y está buenísimo. De postre compartimos estos Trogirske Rafiole. Con aspecto de empanadilla rellena de frutos secos y juraría que pasta también de higo, era uno de los dulces más populares.
Nos despedimos de Trogir con muy buen sabor de boca y pusimos rumbo a Split en donde pasaríamos 2 noches que terminarían convirtiéndose en 3. ¡Con un día en un barco entre islas, playas y cuevas incluído!
EXCURSIONES DESDE TROGIR
Desde Trogir hay excursiones organizadas que te pueden llevar a Sibenik y las preciosas cascadas Krka (aquí a diferencia de en Plitvice sí puedes bañarte), o también a la incomparable Cueva Azul. En esta última sí estuvimos y os la recomiendo.
Si te ha gustado este post de qué ver en Sibenik y qué ver en Trogir y continúas tu viaje por Croacia, en estos enlaces te dejo más información sobre Zadar y su órgano marino, las Cuevas de Barac, Rastoke y Petrcane, los Lagos Plitvice de visita OBLIGADA, un día en velero entre Hvar y la Blue Cave y Dubrovnik. Para mí otro de los sitios cercanos que merece mucho la pena visitar, es Mostar en Bosnia o la preciosa Kotor en Montenegro, la carretera se te hará corta. 🙂