De ruta por la vieja Polonia, una de las visitas imprescindibles en los alrededores de Cracovia, junto con el campo de concentración de Auschwitz, son las minas de sal de Wieliczka.
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MINAS DE SAL DE CRACOVIA. ESCALERAS QUE BAJAN AL CIELO
A escasa media hora de Cracovia se encuentran las minas de sal de Wieliczka, las más famosas de Polonia. Nada más y nada menos que 378 peldaños iniciales, que llegarán hasta 800 a medida que avances, te sumergen en el corazón de estas minas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.
Durante la visita, en las 2-3 horas que dura el recorrido, podrás disfrutar de 3.5 km de sus más de 300, y llegar a 135 metros de profundidad de sus 327, ahí es nada.
HORARIO, PRECIO, ENTRADA DE LAS MINAS
Las minas de sal de Wieliczka abren todos los días de 8.30 a 17h. El precio de la entrada son unos 17 euros al cambio e irás acompañado de un guía que te explicará la historia y datos curiosos de la mina. Puedes comprobar esta información y hacerte con ellas en este enlace a su página oficial.
Si en vez de ir por tu cuenta prefieres una excursión organizada que te lleve ya desde Cracovia, puedes verla aquí.
VISITA A LAS MINAS DE SAL DE WIELICZKA EN POLONIA
Lo primero que llama la atención en estas minas, es la escalera de madera que parece no tener fin. Si piensas que te estás adentrando en las entrañas de la tierra, da un poquito de vértigo.
Decidimos visitar las minas de sal de Wieliczka mientras preparábamos desde casa nuestro itinerario por Polonia. Días antes, estando en unas piscinas termales en Zakopane, después de nuestra ruta por Morskie Oko, un grupo de polacos se nos acercaron y cotilleando cotilleando nos las recomendaron muchísimo. La visita es bonita e interesante, pero las expectativas tan altas que nos generaron, aunque me gustó desde el principio, al menos en mi caso no se vieron del todo satisfechas hasta que llegamos a una increíble sala de la que te hablaré más adelante.
A medida que transitas por el subsuelo polaco lo irás haciendo entre galerías estrechas en las que poder tocar la sal a tu paso. Estas se abrirán a más de 20 grandes salas, algunas con estatuas también en sal conmemorando la visita de algún personaje importante, otras en las que por ejemplo se recrea cómo era una detonación en la mina o se reproducen las labores de los antiguos mineros, e incluso llegarás a bonitos lagos.
Como te decía antes, para mí la parte más sorprendente de la visita fue llegar a esta cámara.
Esta es la capilla de Santa Kinga. Es espectacular, inmensa y con la peculiaridad de que toda ella está esculpida en sal. 70 años fueron necesarios para crear este espacio de 12 metros de alto, 54 de largo, las múltiples tallas que adornan sus paredes, sus lámparas y un altar que alberga las reliquias de la santa.
Kinga fue beatificada y canonizada en 1999 y los mineros polacos se siguen encomendando a ella, confiando en que les traiga buena suerte en la búsqueda de sal y en que cuide de ellos.
La explotación de las minas de sal de Wieliczka sigue activa desde el siglo XIII, convirtiéndose así en una de las más antiguas del mundo. Durante el recorrido podrás hacerte con alguna en su tienda de regalos, o comer en el restaurante más profundo del mundo al finalizar este. La vuelta a la superficie puedes hacerla de nuevo por las escaleras o en ascensor.
Te dejo este vídeo para que te hagas una idea más clara de lo que podrás encontrar:
Si te ha gustado esta entrada sobre las minas de sal de Wieliczka y continúas visitando Polonia, no te pierdas estos increíbles lugares: la ruta al salvaje lago Morskie Oko, la visita al también salvaje por otros motivos campo de exterminio de Auschwitz, un recorrido por la hermosa Varsovia, o la ciudad de los gnomos y la plaza más bonita que he visto jamás: Wroclaw.