Hacía años que soñaba con Preikestolen. Hacer la ruta de El Púlpito en Noruega llevaba mucho tiempo en mi lista. Soñaba tanto con las paredes de roca por las que ese día caminaríamos, como con las vistas que desde allí se obtenían. Y es que Preikestolen, es uno de los lugares más visitados y bellos de Noruega.
Para realizar esta ruta, habíamos hecho noche en Stavanger, ciudad preciosa a la que habíamos dedicado el día anterior. Hicimos de nuevo las maletas ya que después de la ruta volaríamos a Oslo y nos dirigimos con nuestro cochecito al ferri.
En este post
CÓMO IR DE STAVANGER A EL PÚLPITO EN NORUEGA
Para ello deberás de tomar un ferri con destino Tau y conducir posteriormente unos 20 Km más.
El ferry Stavanger– Tau cubre una distancia de unos 35km en 35-40′. Nos cobraron por el coche y dos personas unos 25 euros y aquí no ves esa especie de peajes que vimos en otras ocasiones, aquí entras directamente al barco y pagas a los revisores en el interior.
Tras salir del ferry condujimos un ratito más hasta llegar al parking de Preikestolen.
PARKING DE PREIKESTOLEN
El parking de Preikestolen abre a las 6 am. Es un aparcamiento grande, con varias zonas, aseo, cafetería… El precio para un coche o furgoneta son 200 NOK (unos 20 euros) y lo puedes dejar todo el día si necesitas. Aunque que el cartel de la foto pone que se puede pagar con monedas al salir, nosotros no vimos esa opción, solo la de la tarjeta de crédito como en Trolltunga. Mejor llevarla para no verse apurado.
EL PÚLPITO EN NORUEGA: DISTANCIA Y DUREZA DE LA RUTA DE SUBIDA A PREIKESTOLEN
La ruta tiene una duración de unos 8 Km ida y vuelta. En diferentes foros y páginas consultados, no había un consenso en cuanto a su catalogación y veías comentarios tan dispares que iban desde «paseo de niños» hasta una «ruta exigente». Para mí, estando acostumbrada a caminar y a hacer deporte habitualmente, no me pareció sencilla.
El camino de vuelta es coser y cantar porque es todo bajar y llanear, pero entonces la ida… Son bastantes subidas y alguna se hace dura. El terreno va variando de senderos de tierra, a piedras y raíces, escalones de roca en las zonas de más pendiente…Tienes que ir mirando bien donde pisas a lo largo de este camino de un desnivel positivo de unos 300m.
Creo que el llevar ya encima varios días de viaje y la ruta de Trolltunga sí que hacían que el cansancio fuera más acusado. No obstante, vimos todo tipo de personas a lo largo del recorrido: niños, adultos y gente de más edad.
NUESTRA EXPERIENCIA EN LA RUTA DE EL PÚLPITO EN NORUEGA
La mañana había amanecido con un tiempo pésimo que aunque tratáramos de evitarlo, empañó un poco la travesía. Frío, lluvia, viento… Tres en uno.
Voy a ser muy sincera con respecto a esta ruta. No sé si fue por haber ido primero a Trolltunga o si tendría la misma sensación de no haberlo hecho. Si me preguntas si merece la pena ir, te diría que sí y te insistiría en que lo hicieras. Sin embargo, según en la Lengua del Troll disfruté no solo de la llegada, si no también del camino que te fascinaba a cada paso, aquí aunque había sitios preciosos no me sucedió eso.
Todo el recorrido estaba atestado de gente por lo que te ibas chocando, frenando e intentando adelantar para poder ir a tu ritmo. Tanto ruido (incluso algunos iban con radios poniendo música) no te dejaba evadirte y centrarte en la naturaleza. Compensa que te metas un buen madrugón pero disfrutes en soledad.
Tras la primera subida llegan las primeras vistas bonitas.
Cómo dije antes, el tiempo era pésimo aunque a medida que avanzaba la mañana mejoró, salvo el viento, que era muy fuerte y sentías como si te arrastrara, sobre todo en la cima. De hecho en algún momento tuve que agacharme.
Cuando las subidas daban tregua, el paisaje se abría mostrando imágenes como estas.
Casi en el Púlpito, llegarás a una explanada en la que su zona del acantilado se inclina hacia arriba. Nos acercamos con mucho cuidado, nos tumbamos en el suelo porque de pie nos daba mucho respeto y, asomamos un poco la cabeza. La caída era espectacular.
Si bien del camino a la cima esperaba un poco más, al llegar arriba…Esas vistas, esas paredes rectas, esos acantilados infinitos… Sí que hacen que merezca la pena. Noruega de nuevo conseguía dejarnos sin aliento.
Tras disfrutar un rato de la parte por excelencia de la ruta, comenzamos el descenso, mucho más rápido y llevadero.
Ilusos de nosotros, al terminar teníamos que coger un vuelo a Oslo y creíamos que no íbamos ni a sudar ni a cansarnos. El caso es que acabamos hechos un desastre. De camino al aeropuerto vimos una playa fluvial y pensamos :»¿por qué no?» Fuera te morías de frío, más que nada por el viento, pero el agua estaba buena y el bañito en el Mar del Norte nos sentó de lujo. Eso y llegar a la cima fue lo mejor de la ruta 😉
Si prefieres realizar la ruta a través de una excursión organizada, en estos links podrás encontrar una para ver El Púlpito al amanecer, otra que combina senderismo con un paseo en canoa por los fiordos, o si acudes a Preikestolen proveniente de un crucero, también podrás encontrar un tour organizado específico para ti.
¿Te ha gustado este post sobre El Púlpito en Noruega? En ese caso, te invito a leer este otro sobre la increíble ruta de Trolltunga. Si te estás planteando realizarla, MERECE LA PENA.
Si continuas conociendo Noruega, en estos otros te dejo más información sobre Bergen, las preciosas casitas de madera blanca de Stavanger, la capital Oslo, el viaje en el tren panorámico de Flam-Myrdal (considerado de los más bonitos del mundo), el sorprendente pueblecito de Odda y el espectáculo paisajístico que es a carretera que une Odda con Stavanger.