En esta entrada te contaré los 8 imprescindibles que ver en Oporto en 4 días, y qué otros lugares de interés y planes chulos puedes hacer en esta preciosa ciudad (paseos en barco, brunch, cenas con fado…) pero antes vamos a sumergirnos en su esencia.
Voces rotas, melodías cual lamentos y mensajes de anhelo brotan de los pechos de las gentes más humildes del SXVIII. La parte melancólica, nostálgica del alma portuguesa, se escapa en forma de fados a través de sus gargantas, abandonando los suburbios para llegar a deleitar a la burguesía.
Enero de 2019: una pareja se gana la vida conmoviendo y alegrando a los comensales que acuden a cenar a su local para disfrutarlo. Con escasos instrumentos, las luces tenues que invitan a la intimidad, al recogimiento, el fado te envuelve, te transporta y te muestra la primera de todas las músicas que Oporto te ofrecerá.
En este post
- 1 QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS
- 2 CON FADO Y A LO LOCO
- 3 ALOJAMIENTO Y PARKING PARA TU VISITA A OPORTO EN 4 DÍAS
- 4 QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS: 8 IMPRESCINDIBLES
- 5 MÁS COSAS QUE VER EN OPORTO EN 4 DÍAS
- 6 QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS. MÁS RINCONES EN IMÁGENES
- 7 ¿PASEO DE LOS 6 PUENTES, UN BRUCH EN UN LUGAR GENIAL Y OPORTO EN NAVIDAD?
QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS
Oporto es de esas ciudades que no sabes bien cómo definir. Solo te provoca buenas sensaciones, te inspira curiosidad, te lleva del presente al pasado casi sin darte cuenta… Te hace sentir cómodo, un poco como en casa, tal vez en una casa y un barrio nuevo que te pide a gritos descubrir todos sus secretos. Y el ayer y el hoy se dan la mano a través de las mezclas de estilos de sus edificios.
Lo cotidiano y lo moderno también se difuminan en las zonas próximas a las orillas del Duero. Callejuelas estrechas de fachadas desgastadas, balcones de colores en los que se seca la ropa de sus gentes, dan paso a sofisticados restaurantes, actuales teleféricos o turísticas bodegas. Azulejos visten iglesias, muros de viviendas, incluso estaciones de tren, casando a la perfección con el sube y baja de sus calles empedradas, sus tranvías como espectros de otras épocas… Es especial. Tan solo un par de días para sentirte como si hubieras viajado lejos, muy lejos.
CON FADO Y A LO LOCO
La primera vez que visitamos la ciudad, elegimos comenzar nuestro fin de semana disfrutando de una cena con fado en vivo. Turístico, típico… Pero magnífico. Escogimos un restaurante (A Casa do Fado) que estaba justo en frente al Palacio de la Bolsa. Nos parecía un local clásico, tradicional, más alejado del turismo, al que iría cualquier familia de la zona a cenar un día normal. Sus dueños fueron los que en varias ocasiones a lo largo de la cena, bajaron las luces y con la dedicación característica del que ama lo que hace, nos regalaron la música más bonita de Portugal. Bacalhau à Bras y un vinito completaron una bienvenida perfecta.
En enero de 2023, decidimos alejarnos de las guías y descubrimos un local espectacular en Vila Nova de Gaia: O Fado Portugues. La dueña es una reconocida fadista: Sandra Correia, y el local, pequeño, cálido y acogedor, una cena deliciosa, y esa voz…hicieron que esta visita fuera aún más especial que la anterior. Te recomiendo muchísimo este sitio.
ALOJAMIENTO Y PARKING PARA TU VISITA A OPORTO EN 4 DÍAS
Algunos de los sitios en los que nos quedamos en Oporto fueron: el apartamento Oporto Histórico (precioso aunque es muy difícil que esté libre); el Art Apartment in downtown Porto (muy curioso, ya que parece una galería reconvertida en apartamento y con un jardincito en la parte de atrás); el Porto Cinema Apartments (súper, súper céntrico) y el Predicados do Douro Palace, (es el que disfrutamos en nuestra primera escapada del 2023 y desbancó claramente al primero: buena ubicación y facilidad de aparcamiento, precioso y personal muy amable).
Si Oporto está masificado, puedes probar a dormir en Matosinhos (está muy cerca y puedes llegar en tren). Nosotros elegimos esta opción en una ocasión disfrutando del Eurostars Matosinhos.
QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS: 8 IMPRESCINDIBLES
PALACIO DE LA BOLSA
Desde que pongas los pies en el hall de este edificio y veas el patio central (Patio de las Naciones) te quedarás encandilado. Se recorre a través de visitas guiadas y en varios idiomas. Nosotros lo vimos en español un domingo a las 12 y el precio de la entrada fueron 10 euros.
Os irán explicando cada detalle de las salas por las que iréis pasando pero la palma se la lleva la última. Saben el efecto que provoca; estuve en dos ocasiones y fue idéntico, por eso cierran la puerta. Antes de abrirla te avisan, no te dé un paraflús de la emoción y, en menos que canta un gallo te verás deslumbrado por 300 metros de pura belleza.
La Sala Árabe, inspirada en la Alhambra es de lo más bonito que he visto jamás. Ninguna foto le hace justicia, es imposible, hay que verla in situ y dejarse envolver por su luz, su grandiosidad, su detalle, sus tonos dorados… IMPRESCINDIBLE.
LIBRERIA LELLO
Con más de 100 años de historia, es uno de los lugares con más magia y encanto de Oporto. De hecho ha sido reconocida por varios medios internacionales como una de las librerías más bellas del mundo. Nada más entrar, te fascinará su escalera central de madera y desearás perderte por cada una de sus estanterías y curiosear sus ejemplares.
Una vez en el piso superior, alza la vista y disfruta de las vidrieras que conforman parte de su techo. Luz y calidez nacen en este detalle.
En virtud de la atracción pública que suscita, ahora se cobra entrada, aunque si decides adquirir algún libro te descontarán dicho importe en caja. El único punto débil es la cantidad de gente que te encontrarás visitándola (se habla de más de 3mil personas cada día) pero merece la pena.
IGLESIA Y TORRE DOS CLÉRIGOS
Desde la preciosa Librería Lello ya puedes ver la torre más alta de Portugal. No dejes de subir los 200 escalones de este monumento de estilo barroco construido en la primera mitad del S.XVIII, ni de ver el interior de la iglesia.
ESTACIÓN DE SAO BENTO
En la estación de tren de Sao Bento nace otra de las muchas músicas de la ciudad. Construida sobre un antiguo convento, se mantiene en pie desde el siglo IX.
20.000 azulejos azules y blancos (cómo la mayoría en Oporto) emiten una canción de aires señoriales, melancólicos y antiguos, al tiempo que narran la historia de Portugal. Es otro imprescindible de Oporto.
MÁS COSAS QUE VER EN OPORTO EN 4 DÍAS
MERCADO DO BOLHAO
La primera vez que estuve en este mercado me descolocó. Llovía. El edificio era tan antiguo y tan viejo, que el agua se colaba a través de su estructura provocando goteras. Era decadente, decrépito, pero fascinante. Es como un lugar casi obsoleto pero que es tu lugar, el que conoces de toda la vida y al que adoras igualmente.
En 2023, después de varios años de obras, el mercado reabrió de nuevo sus puertas. La decadencia del edifico desapareció, pero no por ello su encanto. En este nuevo edificio se ampliaron espacios teniendo en su base zonas en las que pararte a comer lo que compras en los puestos; pescaderías en habitáculos en los laterales; se les ha puesto nombre a las calles…Surgen además un segundo y un tercer piso, dedicado el último a restauración, y el proyecto de abrir también una galería.
CATEDRAL DO PORTO
Harás un poquito de pierna para llegar a ella ya que está en una de las partes más altas. La dueña del apartamento en el que nos alojamos, nos dijo que: » ¡Como la Catedral de Santiago de Compostela ninguna!» A nosotros nos pareció un poco sobria pero nos gustó. La entrada es gratuita pero te aconsejo pagar los 3 euros que te permiten visitar el patio interior (precioso).
Arcos y columnas de piedra se intercalaban con paredes de azulejos consiguiendo mantener ese toque que baña toda la ciudad. Tendrás acceso también a una terraza con bonitas vistas, a la Casa do Cabildo y al tesoro de la Catedral. La parte de las estancias me gustó pero los tesoros en general no me llaman nada la atención.
LA RIBEIRA Y EL PUENTE DON LUIS
Creo que esta es una de las zonas que más disfruté de la ciudad. Para llegar al río, desciendes por callejuelas más bien solitarias en las que ves la auténtica vida, la rutina, el día a día de Oporto: pequeños comercios, viviendas de coloridas fachadas, balcones en los que las gentes tienden su ropa… Esa parte tiene algo especial que solo sientes estando allí. Una vez en la Ribeira, el ambiente y el bullicio se multiplica: concentrado en las terrazas de los locales, paseando a orillas del Duero…
Las vistas del emblemático Puente de Don Luis son espectaculares, así como las de las bodegas que ocupan los márgenes de la otra orilla. Vehículos, metro y peatones pueden atravesar este puente de varias alturas.
BODEGAS Y TELEFÉRICO DE GAIA
La ribera del otro lado del Duero está repleta de bodegas. La mayoría ofrecen visitas guiadas mediante las cuales te mostrarán el proceso de creación, maduración y embotellado de sus vinos. Al final te ofrecen una pequeña cata de alguno de ellos. La primera vez que estuve en Oporto hicimos la visita en Sandeman y nos encantó. Este año acabamos en una bodega un poquito de rebote.
En 2011 se inauguró el funicular da Gaia, que une la Ribeira con la parte más alta de la orilla opuesta. Al comprar el billete nos regalaron un vale para una degustación de una copita de oporto y allí nos fuimos. El viaje en teleférico cuesta 6€ (9€si es ida y vuelta) y dura unos 5′. Es breve pero suficiente para disfrutar de la preciosa imagen del otro margen. Tuvimos además la suerte de estar solos en nuestra cabina .
El teleférico te deja en la parte más alta del otro lado del río donde las vistas sobre la Ribeira son magníficas. Además allí está el Mosteiro da Serra do Pilar.
QUÉ VER EN OPORTO EN 4 DÍAS. MÁS RINCONES EN IMÁGENES
Te cuento más aquí.
Si tuvieras algún tiempo extra, puedes probar a hacer un tour guiado gratuito; o si quieres hacer alguna excursión, te dejo información en el enlace sobre la cercana y bonita Matosinhos, puedes llegar en tranvía y es de lo más entrañable. En estos enlaces también podrás descubrir una ruta en coche de 13 días por Portugal, la bonita Tavira en el Algarve, o los imprescindibles Jardines del Palacio da Pena.
En Oporto la vida fluye a otro ritmo. Creo que deja buen sabor de boca a todo el que decide dedicarle su tiempo; si es tu caso ¡que lo disfrutes!