Hoy te voy a mostrar qué ver en Dublín. Unas cosas son imprescindibles y típicas, y otras, una alternativa menos turística a ellas pero que disfrutarás igualmente. Crea tu propia lista con los lugares que visitar en Dublín que más te gusten, ¡y disfruta de esta maravilla de ciudad!.
En este post
QUÉ VER EN DUBLÍN. IMPRESCINDIBLES EN LA CAPITAL IRLANDESA
ESTATUA DE MOLLY MALONE
¿Leyenda o realidad? Se discrepa sobre si Molly Malone es un mito, o realmente existió. Sea como fuere, a finales del S.XIX se compuso su canción, hoy considerada canción tradicional de Dublín.
La estatua de esta bella joven que vendía pescado por las calles de la ciudad, es objeto obligado de visita. Si te fijas, hay una parte que reluce más que el resto. La tradición indica que tienes que tocarle un pecho para volver a visitar Dublín, y los dos si quieres quedarte a vivir.
TRINITY COLLEGE, BIBLIOTECA Y LIBRO DE KELLS
La Reina Isabel I fundó el Trinity College en 1952. Es parte de la Universidad de Dublín, la más antigua de Irlanda. Puedes recorrer sus jardines y ver también sus estatuas, pero para mí, lo más bonito es la biblioteca. Para la visita a la biblioteca del Trinity College, tienes que comprar una entrada, cuyo precio ronda los 10-13 euros.
La biblioteca posee más de tres millones de libros, ya que recibe un ejemplar de todos los publicados en Irlanda. Abarca 8 edificios, pero la sala más bonita y la que verás en la visita, es la conocida como «The Long Room«. En esta sala de madera, reposan estantería tras estantería, a lo largo de 65 metros, más de 200.000 de los libros más antiguos. Es uno de los lugares más bonitos que visitar en Dublín.
Otro de los reclamos principales, es The Book of Kells. El Libro de Kells es un manuscrito ilustrado, que realizaron monjes en el año 800 y que contiene los 4 evangelios del Nuevo Testamento.
Es antiquísimo, pero el estado de conservación es excelente. Puedes ver, tanto el libro abierto expuesto en una vitrina, como toda una exposición a él dedicada, en la que aprender un montón de curiosidades, como por ejemplo, cómo conseguían los colores para ilustrar.
THE TEMPLE Y TEMPLE BAR
En la zona de The Temple se concentran numerosos pubs, entre los que destaca el Temple Bar. Es una zona muy turística, con mucha vida nocturna y diurna, pero también de las más caras. Es muy frecuente que al llegar la tarde, ofrezcan espectáculos de música en directo que disfrutar acompañados de las famosas pintas.
Nosotras entramos en este local, pero no cabía un alfiler, así que nos limitamos a curiosear cada rincón, escuchar al artista que había en ese momento, para después irnos a otro pub cercano menos abarrotado.
THE BRAZEN HEAD
Este el pub más antiguo de los más de mil que existen en Dublín. Fue fundado por vikingos, los primeros moradores de estas tierras, en el S.XII y se cree que originariamente era una posada. Muy próximo a las orillas del Liffey, nos pareció un lugar genial en el que pararnos a comer.
La decoración es muy llamativa: nada más entrar verás desde plantas decorando las paredes, hasta indicadores, una cabina telefónica o incluso una armadura. Nos pasaron al comedor de atrás, más amplio pero también más cálido. En el menú podrás escoger entre varios platos de comida tradicional irlandesa cuyos precios oscilaban entre los 15 y los 17 euros.
GUINNESS STOREHOUSE
Es uno de los lugares que visitar en Dublín más conocidos. En nuestra opinión, la entrada es súper cara (25 euros, aunque online hay alguna más económica), pero el sitio es enorme y al finalizar la visita tienes una cerveza gratuita (u otra bebida si este no es tu fuerte), en su terraza superior o Gravity Bar.
A priori, pensamos que era la propia fábrica de cerveza, pero las visitas a ella no están autorizadas. La Guinness Storehouse es como un museo que en 7 plantas te llevará a través del proceso de fabricación, el tratado de sus ingredientes principales, la publicidad a lo largo de los años, la confección de los barriles… Realmente es entretenido, aunque de no ser porque hacía un día de perros y que, salvo callejear, no teníamos mucho más que hacer, tal vez no la hubiéramos visitado.
PARQUE STEPHEN’S GREEN
El primer día que pisamos el parque, nos faltó salir volando. Llovía muchísimo y hacía tanto viento que los paraguas se volvían del revés, así que decidimos posponerlo. Pero volvimos…volvimos un par de días más tarde con una climatología menos hostil.
El St. Stephen’s Green es uno de los parques más antiguos de Irlanda. Antiguamente, aquí pastaba el ganado; hoy puedes disfrutar de glorietas cargadas de flores, ver nadar a los patos en su estanque, o ver a Oscar Wilde al fresco en una piedra.
PUERTAS DE COLORES
Te llamará la atención la cantidad de puertas de colores de Dublín. Hay dos explicaciones para ello: una (y la que quiero creer, veréis por qué) es para aportar un poco de luz y alegría a los fríos, sombríos y lluviosos inviernos de la ciudad. La otra es un poco más dramática: cuentan que un hombre llegó borracho a casa de madrugada y encontró a su mujer con otra persona. Cegado por la ira, mató a ambos, para darse cuenta al día siguiente de que se había metido en la casa de al lado… Los vecinos decidieron pintar sus puertas en colores vivos para evitar este tipo de confusiones.
PUENTE HA’PENNY
El nombre de este puente peatonal, viene de”half penny”, que era el peaje que debías de pagar en su momento para poder atravesarlo. Hay también quien dice que visto de lado, recuerda al canto de una moneda de penique. El caso es que con su estructura blanca, que se entrelaza creando caprichosos arcos, es de los más llamativos, visitados y fotografiados de Dublín.
CATEDRAL DE SAN PATRICIO
Una de las cosas que ver en Dublín que más nos gustó de hecho nos encantó, fue la catedral de San Patricio. Tanto mi amiga Bea como yo, coincidimos en que jamás habíamos encontrado una similar, en cuanto a interacción con el visitante se refiere. Puedes calcar en relieve y llevarte a casa un dibujo de este templo, de alguno de sus monjes…Había otras zonas en las que hacer una especie de juego de construcción; en otras escuchar audios con sonidos de la iglesia…
Otra de las zonas que además para mí fue muy, muy emotiva, es este árbol.
Esta obra trataba de recordarnos el peso y las consecuencias que todo conflicto bélico tiene. Parece que con todos los dramas, sufrimiento y guerras que este mundo lleva soportado a lo largo de toda su historia, el ser humano todavía no es capaz de aprender. Todavía siguen surgiendo este tipo de problemas, todavía hay seres que incomprensiblemente los buscan. Cada hoja está escrita por alguien que recuerda a ese familiar o amigo perdido en la batalla.
Es un interior alegre, cargado de luz y de color del que se encargan sus múltiples vidrieras o sus llamativos suelos.
El edificio predecesor, (un modesto templo de madera), fue erigido en honor a San Patricio, patrón de Irlanda, entorno al año 450.
CHRIST CHURCH
Junto con la catedral de San Patricio, la catedral de la Santísima Trinidad o Christ Church, es una de las dos únicas catedrales medievales de la ciudad, siendo esta última, además, la más antigua. Fue construida a principios del siglo XI por uno de los reyes vikingos.
Ala izquierda de la foto se puede ver el Dublinia. Es el museo historia interactiva desde la época vikinga a la Edad Media.
PUB THE CHURCH
Creo que es uno de los sitios más originales en los que he estado. Es un pub montado en una antigua iglesia. Todavía puedes ver retablos, vidrieras y el antiguo órgano, al tiempo que te tomas algo en la zona de la nave. En el piso bajo, tienen también una zona muy bonita para poder cenar.
Es un lugar muy turístico, pero aunque solo sea por lo novedoso que resulta, merece la pena visitarlo.
QUÉ VER EN DUBLÍN. LUGARES MENOS CONOCIDOS
PHOENIX PARK
El Phoenix Park fue uno los sitios que ver en Dublín que más me gustaron. Hacía un día malísimo cuando fuimos a recorrerlo, pero lo disfrutamos tanto aún así… En este parque hay más de 300 ciervos en libertad; me parece algo maravilloso. Me gustó tanto que escribí otra entrada del blog dedicada en exclusiva a este increíble lugar. Puedes leerla en este enlace, donde te dejo un mapa, y te cuento mucho más: qué más cosas podrás ver en el parque, dónde alquilar una bici para sacarle mucho más partido…
FAMINE MEMORIAL
Tanto si realizáis algún tour por Dublín, como alguna de sus excursiones cercanas, no habrá guía que no os hable de la gran hambruna que asoló Irlanda en 1849. Un hongo atacó las cosechas de patata dejando a centenares de familias sin su alimento base. Más de un millón y medio de habitantes fallecieron, y otros muchos se vieron obligados a emigrar a EE.UU o Canadá. El Famine Memorial permite recordar ese éxodo, y honrar a las víctimas de este suceso que diezmó a la población irlandesa.
De este punto, parte también el National Famine Way, que a lo largo de 165 km, sigue los pasos que parte de esos emigrantes realizaron.
En esa orilla también os llamará la atención un barco. El Jeanie Johnston es un buque museo, réplica del original que transportó a la famélica población a América y Canadá.
COMER CERCA DE O’CONELL STREET
En la Cathedral Street, un callejoncito muy cerca de O’Conell Street encontramos un pub con una pinta espantosa por fuera, que sin embargo, escondía un comedor de lo más acogedor. Se llamaba Branningans. Tienen platos típicos y muy buenos precios, nos pareció todo un acierto.
DORMIR EN DUBLIN
Dormir en Dublín, salvo que sea en un hostel en habitación compartida, no me parece de lo más económico que existe. Te dejo el hotel en el que nos alojamos nosotras, tiene un precio intermedio y además nos pareció bonito al tiempo que cómodo. Está a 10′ del parque Stephen’s Green y muy cerca de paradas de bus y tranvía. Es el Portobello Hotel y puedes verlo pinchando en el enlace.
Si te ha gustado este post sobre qué ver en Dublín, en estos otros te dejo información sobre excursiones cercanas, como a los acantilados de Moher, a la alegre Galway, o a la hipnótica Calzada del Gigante.