Europa, Reino Unido

Calzada del Gigante. Lava y leyendas en Irlanda del Norte.

Una de las visitas que teníamos  claro que no queríamos perdernos en Irlanda, es la asombrosa Calzada del Gigante.

CÓMO  LLEGAR DESDE DUBLÍN

Nosotras llegamos a la Calzada del Gigante desde Dublín en una excursión  organizada. La hicimos con la misma compañía que la de los Acantilados de Moher, y como ésta, también  salía de O’Conell Street. Además, combinaba también la visita con la curiosa ciudad de Belfast, de la que os hablaré más adelante en otro post.

La excursión nos encantó, aunque el guía era de lo más particular. Un poco gruñón  y con ganas de ser ingenioso y divertido sin conseguirlo demasiado, nos dio muchos datos curiosos del país…y luego también muchos datos de su familia y de su ideología  política. (Si tuviera emoticonos aquí, metería ese del muñequito que se tapa la cara desesperado, jaja) Después nos obligó a hacer un juego para descubrir donde había nacido… Fue un poco surrealista pero al final nos reímos un montón y también aprendimos. Puedes saber más sobre la excursión en este enlace.

CALZADA DEL GIGANTE: LEYENDA

Calzada del Gigante.

Hace poquito  publicaba en mi perfil de Instagram una foto, acompañando a la cual, os narraba la leyenda de la Calzada del Gigante: «Cuenta la leyenda que el gigante Finn, de Irlanda, retó al gigante Bennandoner, de Staffa, a una lucha en la que sólo podía quedar uno.

Cuando Bennandoner llegó, Finn se dio cuenta de que se había columpiado un poquito subestimando tanto su increíble altura, como su fuerza. Le daba mil vueltas vamos. Finn huyó al lado de su mujer y le contó su problema. Ella tuvo una idea: vistió a su marido con una sábana, lo puso al pecho y cuando Bennandoner llegó a su hogar, le dijo que Finn estaba en el bosque, que se sentara a esperarlo mientras ella amamantaba a su hijo.

Viendo Bennandoner las dimensiones del bebé, e imaginándose cómo sería entonces su padre, decidió volver también a casa, destruyendo la pasarela de piedra que unía ambas tierras y dando lugar a la hermosa Calzada del Gigante

CALZADA DEL GIGANTE

Punto de información.

Leyendas aparte, este lugar es espectacular, tanto por el enclave que ocupa, pegadito al mar, como por su aspecto.

El autobus nos dejó en la parte alta, junto al parking (muy útil si decides viajar en tu propio coche), y el punto de información. Desde ahí  puedes tomar un transfer que te acerca un poquito más, o bajar caminando. Mi consejo es que camines, está  muy cerca y empiezas a tener unas vistas muy bonitas.

Primeras vistas.

Una vez llegas al nivel del mar, ahí  están: las olas rompen contra 40.000 columnas de basalto, de forma octogonal, en distintas alturas y de nada menos que 60 millones de años de antigüedad. Es alucinante, y así  está: a rebosar de gente.

Calzada del Gigante.

Este magnífico paisaje fue creado por el enfriamiento rápido de lava incandescente, formando basalto y dándole estas adorables formas geométricas.

Bea y yo.
Aquí con mi amiga más festivalera.

Camina con cuidado; nuestro guía ya nos avisó  de que en la «Escalera del Gigante» (decidió  rebautizarla ya que le parecía más apropiado así, toma ya) puedes descalabrarte. Razón  no le faltaba, ya que las superficies de muchas de las columnas están  muy erosionadas y pulidas y sí  que pueden ser bastante resbaladizas.

RUTAS DE SENDERISMO

Rutas de senderismo

Este asombroso paraje, cuenta además con 4 rutas de senderismo de diferentes dificultades.

Carecíamos de más tiempo y apenas recorrimos parte de una, pero leímos después que desde las zonas más altas, parte de Escocia y sus islas se desplegarán ante tus ojos, así como salvajes acantilados y por supuesto ese Atlántico y su vaivén sobre las columnas.

CUÁNTO TIEMPO DEDICAR A LA CALZADA DEL GIGANTE

Calzada del Gigante.

Nuestra excursión entre Belfast y la Calzada del Gigante nos permitió disfrutar de este lugar maravilloso durante una hora y media. Es suficiente para bajar desde el punto de información, pararte un ratito en la zona de las columnas, inmortalizar con tu objetivo sus paisajes…aunque es cierto que tendrás que darte algo de prisa porque el tiempo parece volar en este rincón.

Me gustó mucho la excursión, pero si tienes la opción de llevar tu propio coche, creo que es mejor opción. Podrás ir con más calma, hacer alguna de las rutas, e incluso pararte a comer en algún punto de esta naturaleza magnética que hará que no quieras irte.

Si te ha gustado ente post sobre la Calzada del Gigante y continúas visitando Irlanda, te dejo más información sobre  Belfast en Irlanda del Norte, la alegre ciudad de Galway, los impresionantes Acantilados de Moher, el Phoenix Park de Dublín con sus adorables ciervos, y los 14 imprescindibles que ver en Dublín.



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