A la mañana siguiente, un nuevo día me recibía en Zúrich. Esta vez tocaba caminar a la Estación Central para tomar un tren al Monte Üetliberg, vas a alucinar con las vistas desde el mirador.❤️
Zürich Hauptbahnhof (Zürich HB) es la estación más importante de Suiza y una de las más antiguas.
Por este edificio , situado enfrente del Museo Nacional y, con una antigüedad próxima a los 180 años, se estima que circulan unos 3000 pasajeros diariamente. Es una construcción enorme pero es muy fácil orientarte dentro.
Sabía qué tren debía tomar , pero todavía no había comprado el billete, así que me fui a una de las múltiples máquinas a hacerme con uno. El tren S10 y una escasa media hora separaban la Estación Central de este maravilloso lugar. La ruta de este ferrocarril, es considerada una de las de mayor pendiente de Europa (70%) .

Me preocupaba un poco encontrarme un cielo cubierto, nieblas que no me permitieran disfrutar el paisaje… pero a través de mi ventana un día espectacular disipaba mis temores.

La última parada, Üetliberg, correspondía a una acogedora estación con un pequeño bar. Nada más bajar, a mano izquierda ya se veía claramente la senda que llevaba a la cima Monte Üetliberg.
SUBIENDO AL MONTE ÜETLIBERG

El sol brillaba y mientras ascendía caminando a esos 870 metros de altura del Monte Üetliberg, me vi envuelta por la pureza más absoluta: senderos de piedrecitas te guiaban a través de un aire limpio y tan fresco, que el solo hecho de pararte y respirar profundamente te llenaba de vida. Pasillos y techos de árboles de un verdor intenso te acompañaban a lo largo de todo el recorrido.
Incluso sus originales farolas aportaban su atractivo especial.

Y una vez arriba, cuando la vegetación se disipaba dejando de nuevo paso a ese cielo…voilà: la ciudad de Zúrich y el lago a tus pies, la meseta suiza, los Alpes de Glaris envolviéndote, y un silencio apenas roto por los pasos o breves conversaciones de las escasas personas que como yo habían decido maravillarse allí.

La sensación es de inmensidad, de grandeza, y eso, al menos a mí me aporta un estado de calma y de felicidad que no olvido. Los dueños del hotel aquí ubicado, no debieron de dudar de la rentabilidad de un negocio en un emplazamiento tan bonito y privilegiado. Comer con esas vistas, alojarse también con las mismas, es posible en el Uto Kulm y sus 4 estrellas.
Aquí también se encuentra la torre de radio, que no es que sea muy bonita, pero te eleva a 72 metros más mejorando la panorámica del entorno.
Creo que lo que más me gustó fue ver el lago, ya que a parte de ser precioso, te haces una idea más nítida de su extensión, de su contorno…aún sin alcanzar a verlo por completo.
Son unos 40 km de largo por 2 ancho que conforman el que ellos llaman el Zürisee, el considerado lago más limpio de Suiza.

Si en subir había tardado unos 20′, en bajar y encontrar el tren me pasaría como hora y media, jaja. Tomé un sendero diferente por aquello de ver algo nuevo, y cuando me di cuenta, una amable señora me indicó que la estación estaba 40′ colina arriba. Yo si me pierdo, cosa que es habitual, me pierdo.
Pero por allí fue un regalo.


Pasé el resto del día visitando la ciudad, volviendo a puntos que había visto ayer, caminando por calles diferentes… hasta que empezó a oscurecer.
Tenía muchas granas de ver la ciudad iluminada, de ver las bonitas vistas del día anterior, desde el Puente Mülesteg, pero con el hechizo que la nocturnidad le añade.

Fue la manera perfecta de finalizar un día que entrelazó civilización y naturaleza. Un día realmente tranquilo y que disfruté muchísimo.
La próxima parada sería la bella ciudad de Lucerna. 🙂
Si te ha gustado esta entrada sobre el monte Üetliberg y su mirador, y quieres saber qué más visitar en Suiza, te dejo estas entradas sobre Zúrich en un día, Basilea en Navidad, Lucerna y su lago. Si lo que prefieres son visitas organizas o guiadas, en este enlace también podrás encontrar distintas opciones.