En este post te voy a contar qué ver en Verona en un día, ciudad que visité un poco por casualidad. Y es que me lío, me lío mucho: quiero ir a Venecia y termino recorriendo un lago, dos ciudades italianas más, Verona incluida y una eslovena. Pero es que si tienes flexibilidad en tus viajes en cuanto a fechas y destinos, te puedes ahorrar mucho, o con el mismo presupuesto o poco más, poder visitar más lugares y no solo el que pensabas originalmente. Total, que por lo único que conocía Verona, era por Shakespeare y por el Arena, pero allí terminé; pero por supuesto, tenía mucho más, por algo la ciudad es Patrimonio de la Humanidad desde hace ya 17 años.
DORMIR EN VERONA
Llegué a Verona una noche de septiembre de hace un par de años. Me había alojado la Residenza Matteotti: un hostalito bastante mono, muy económico y bien situado, por lo que apenas hice uso del transporte público allí. Realmente tampoco sería muy necesario porque es una ciudad fácilmente abarcable a pie, y a mí es lo que me gusta: caminar, callejear, curiosear rincones…es la mejor manera, a mi juicio, de poder conocer un lugar.
Pasé varias noches en Verona ya que era mi ciudad de referencia para hacer excursiones desde allí al Lago di Garda y a Bolonia, pero le dediqué un solo día. Sí que eché en falta al menos una mañana más, porque me dejé cosas, pero lo más importante se puede ver en 24h.
A la mañana siguiente, tenía que espabilar para no perderme nada, así que me levanté prontito y a caminar. Llevaba un mapa que me había dado el dueño del hostal con lo esencial y después mi idea era perderme e ir descubriendo.
QUÉ VER EN VERONA EN UN DÍA
Verona, cuya fundación romana data del año 49 a.C. y en la que aún a día de hoy, encontramos vestigios y monumentos importantes bien conservados, está bañada y dividida por las aguas del Adige.
Dos de los puentes más importantes que lo atraviesan son el Ponte di Pietra y el Ponte Scaligero
Por sus orillas caminé hasta llegar al Castelvecchio. Es una fortaleza medieval del S.XIII que hoy alberga el Museo Cívico.
Tras recorrer sus alrededores, llegué al Arena que es a lo que más ganas le tenía. El tercer mayor anfiteatro romano del mundo, en pie desde año 30, se asienta majestuoso en la Piazza Bra.
Construido para acoger combates de gladiadores, hoy en día se utiliza para conciertos, ópera al aire libre en verano…Me dio un poco de penilla no poder disfrutar ni de una cosa ni de otra. Me imagino una noche calurosa, romántica ciudad italiana, en un edificio con tanta historia, y tú allí, bajo un manto estrellado, siendo un protagonista más, soñando envuelto en esas voces mágicas… Creo que escuchar ópera en Verona pasa a mi lista de cosas pendientes…
La magnífica Via Mazzini , arteria principal en cuanto a compras se refiere, es una de las calles peatonales más antiguas de Europa, y une la Piazza Bra con la Piazza Delle Erbe.
Enriquecida con bellas torres, palacios ,estatuas y algún puestecillo callejero, para mí esta fue la más bonita de Verona, sobre todo por el ambiente y el bullicio que en ella se respiraba. La asocian a lugar de poetas y pintores y , casualidad o no, al llegar fue de las primeras cosas que vi.
El Palacio Maffei con la Torre del Gardello marcan el fondo de la plaza.
En su lado derecho, desde la medieval Torre dei Lamberti y sus 84 metros de altura, pude tener unas vistas privilegiadas de la ciudad. Es muy curioso el uso que se daba a sus dos campanas. La mayor o Rengo, llamaba a las armas a sus habitantes. La pequeña, Marangona, anunciaba los incendios y las horas del día.
A través de un pequeño arco y una callejuela estrecha, pasamos de Erbe a la Piazza dei Signori, donde está el famoso Monumento a Dante (ese señor que aparece en las monedas de dos euros italianas y que escribió La Divina Comedia).
Muy cerquita, el Arche Scaligiere recoge en cinco llamativos monumentos funerarios los restos de los primeros señores de la cuidad.
Tenía que ir a otro de los principales reclamos de Verona, la Casa de Julieta. Aquel cóctel de amor adolescente, oposición familiar, prohibición… te puede encantar o te puede horrorizar, pero lo cierto es que la historia e idealización de Romeo y Julieta, sirve aún hoy de inspiración a miles de parejas que dejan ese recuerdo en forma de candados o post en el bello patio de los Capuleto. A él accedes a través de un pequeño túnel. Aparte de montones de turistas, te encuentras rodeado de un muro plagado de mensajes de amor, una pared en la que no cabe un candando más y una estatua de bronce de Julieta, obra de Nereo Costantini.
Al parecer trae fortuna en ese ámbito tanto dejar un mensaje, como tocar el pecho de Julieta. Viendo como terminaron nuestros enamorados ¡Mejor no probar!
En dicho patio está el Palacio de los Capuleto y el balcón desde el que Julieta contemplaba a Romeo. El balcón en realidad es puro marketing, ya que se añadió a mediados de los años 20 para recrear un poco mejor la historia y atraer un poquito más a los turistas.
Otras de las cosas que ver en Verona en un día son sus numerosas iglesias. Me quedo sin duda con Il Duomo. Con sus tres naves interiores y ese aspecto contemporáneo que se aprecia en las fotos, es de las más luminosas y alegres que he visto. Preciosa por dentro y por fuera.
Y quedaba más, muchas más cositas pero mi día se acababa.
Así que volví al hotel a descansar porque al día siguiente tocaba recorrido por el Lago di Garda. Y como no tenía coche e iba a hacerlo entre barcos y trenes, pintaba de maravilla ¡Pero también agotador!
Si ha gustado este post de Qué ver en Verona en un día y estás en Italia, aquí te dejo otros sobre Venecia, las Islas de Venecia: Murano, Burano y Torcello, Pisa, Turín, Milán , Bolonia, un recorrido en Roma por el Coliseo, el Circo Romano y parte del centro y El Vaticano, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro.
Si lo que te gusta es ir con alguien que te explique más a fondo lo que ves, en estos enlaces puedes encontrar opciones para todos los bolsillos: desde un tour gratuito por Verona, un tour en bicicleta, una visita guiada o incluso un recorrido privado por la ciudad.